En diálogo con Infobae el experto Juan Félix Marteau, director del Centro de Estudios sobre Seguridad Hemisférica, Terrorismo y Criminalidad Financiera de la Universidad de Buenos Aires
El 19 de julio pasado el juez de la Corte del distrito de Columbia, G. Michael Harvey emitió una orden de embargo con la finalidad de incautación del avión de la compañía iraní Mahan Air, operado por la venezolana Emtrasur y que está retenido en Ezeiza por orden la justicia federal argentina. En esa oportunidad, el Departamento de Justicia de los Estados Unidos le solicitó a la Justicia de nuestro país el embargo con fines de incautación de la aeronave por haber violado leyes estadounidenses y estar dentro de la lista de la OFAC por estar sospechada de brindar ayuda a grupos terroristas.
El juez federal de Lomas de Zamora, Federico Villena hizo lugar al pedido y esta medida fue confirmada hace pocos días por la Cámara Federal de la Plata.
Infobae dialogó sobre este proceso de cooperación entre la Argentina y Estados Unidos con Juan Félix Marteau, presidente de la Fundación de Investigaciones en Inteligencia Financiera (FININT) y Director del Centro de Estudios sobre Seguridad Hemisférica, Terrorismo y Criminalidad Financiera de la Universidad de Buenos Aires.
– ¿Qué piensa de la evolución la investigación penal en el juzgado federal de Lomas de Zamora que liberó a la mayoría de los tripulantes del avión de Emtrasur detenido en Ezeiza?
En este caso de importante connotación para la seguridad regional, lo relevante no son los tripulantes liberados, sino el procedimiento de embargo, decomiso y posterior venta del Boeing 747-300 gracias a un exitoso ejercicio de cooperación entre las autoridades administrativas y judiciales de la Argentina y los Estados Unidos.
No tenga duda: ya se ganó una batalla impensada. El eje venezolano-iraní perdió un activo clave en Buenos Aires y seguramente debió mandar a los hangares a otros aviones sobre los que pesan sanciones financieras. Lo mas relevante de este tipo de medidas contra individuos y entidades designadas como terroristas y financistas del terrorismo es privarlos de los bienes, ya que esto deteriora su logística ilegal.
– ¿Usted considera que la justicia argentina actúo correctamente hasta el momento?
– Sí, actúo correctamente. Pero no corresponde que opine sobre el andamiaje de un proceso penal en curso. Analizo el hecho desde el punto de político-institucional y sus consecuencias para la seguridad hemisférica.
De acuerdo a lo que conozco este es un procedimiento en el que, aunque no hubo planificación preventiva para detener un avión sancionado por el Tesoro de los Estados Unidos, la reacción ha sido muy efectiva. Existe poca chance de que ese avión vuelva a manos de los que dicen ser sus propietarios.
– Es grave que un avión sancionado no haya sido detenido ni en Córdoba, ni en Ezeiza la primera vez que aterrizó. Y solo después que Uruguay le impidió entrar a su espacio aéreo, las autoridades argentinas decidieron impedirle la salida.
– Sabemos que los progres casi convierten a nuestra AFI en una mala ONG de derechos humanos. Por eso nuestros mejores espías piensan en jubilarse, más que en controlar los vuelos internacionales. Para un funcionario del régimen cubano todo esto es un pecado capital.
Pero dejemos ese detalle irrelevante de lado. Lo trascendente es que en este episodio se puede hacer una verdadera lista antigrieta donde la mayoría de los intervinientes puso lo suyo para que la alianza venezolano-iraní perdiera un bien estratégico para el comercio ilícito en la región.
– Usted destaca que hubo cooperación entre las autoridades argentinas y estadounidenses…
– Hay que imaginar la secuencia de este modo: primero, el designación por parte de la OFAC, del Tesoro americano, de Mahan Air y del propio avión que quedó activa para que se aplique oportunamente.
Segundo, un llamado clave de algún servicio de inteligencia extranjero que avispó a los que estaban distraídos. Tercero, la intervención rápida de las autoridades uruguayas negando el ingreso al espacio aéreo. Cuarto, el buen control del compliance de los proveedores de combustible en Ezeiza que se negaron a aprovisionar al Boeing.
Quinto, la muy buena reacción del juez y la fiscal de la Justicia Federal de Lomas de Zamora de impedir la salida del avión sancionado. Sexto, a oportuna e inteligente intervención del FBI y el involucramiento decisivo de la fiscalía federal de Miami que pudieron demostrar que hubo una violación de los estatutos de comercio americano por tratarse de un bien producido en los Estados Unidos (el Boeing) que no tenía la autorización para ser objeto de exportación-importación por parte de actores designados como terroristas.
Séptimo, la orden del juez del Distrito de Columbia de embargar un avión que puede ser finalmente decomisado. Octavo, el trámite expedito que realizó el Secretario de Justicia argentino favoreciendo la cooperación y la asistencia mutua para que el juez federal argentino haga efectiva la orden de embargo emitida por la justicia de Washington.
Noveno, la intervención de un querellante como DAIA, que permite recordar que la República Islámica de Irán fue responsable de los ataques terroristas impunes ocurridos en Buenos Aires. Sería un excelente leading case que las autoridades de ambos países procedan a decomisar definitivamente el avión y rematarlo, incluso, por dos pesos.
– ¿No cree que la presión de las autoridades venezolanas puede torcer el curso de este proceso que usted describe positivamente?
– La política está regida por intereses, aunque las ideologías son un diablo que a veces mete la cola. Los simpatizantes argentinos de la revolución chavista usan una careta cada día más corroída y patética:
Juegan a perder en los foros y reuniones internacionales cuando apoyan a estas dictaduras decadentes, pero cuando se trata de seguridad internacional ¿usted cree que van a poner una ficha a favor de Maduro y los delincuentes organizados que lo rodean? Pueden ganar una moneda apoyando a estos grupos, pero quieren poder seguir yendo a Miami de compras. No son tan imbéciles.
Un caso especial a recordar separadamente es el de Cristina Fernández de Kirchner, que compite en otra liga. Alguien como ella, que sabe perfectamente lo que es la lucha descarnada por el poder real, debe haber sentido una gran frustración por el enorme fracaso político que significó el llamado Pacto con Irán.
Fue cuando abandonó completamente el realismo que le mostraba lo absurdo de pretender negociar con iraníes radicalizados, y se dejó dominar por ideas de un progresismo retorcido que solo podían terminar mal. Y todo terminó muy mal. Eso también es una enseñanza para recordar quienes son -y quienes no deben ser- nuestros aliados en materia de seguridad, cuando se producen casos como este, del avión.
– ¿Y quienes son nuestros aliados?
Para tener aliados, primero tenemos que tener una clara y consistente posición nacional. Un nuevo nacionalismo realista, frente al globalismo utópico. La única verdad es que Argentina es un país definitivamente bendecido por Dios y los argentinos estamos divididos. El crimen organizado y el terrorismo hay que comprenderlo como un hecho criminal, pero también como un fenómeno de desestabilización de gobiernos y países.
Medran la ley, pero también las instituciones políticas. Desde mi punto de vista, y lo veo más claro cuando viajo y puedo analizarlo en perspectiva, lo que está en curso es una lucha tremendamente compleja por los recursos naturales y aquí la Argentina vuelve a tener un protagonismo geopolítico de primera magnitud.
Ahora respondo: nuestros aliados son aquellos con los que podamos tener intercambios que nos permitan proteger la riqueza de nuestros recursos alimentarios, energéticos, ambientales, no aquellos que invierten sus excedentes para luego extorsionarnos y robarnos.
Por eso el desafío es enorme: el interés nacional que debe predominar a la hora de hacer alianzas regionales -o incluso de crear un nuevo orden regional- es combatir contra todos los actores estatales y no estatales que vengan a separarnos, a enfrentarnos y, así, poder depredarnos.